Pasamos a ver ahora actitudes que nos
parecen deficientes e incorrectas y que están sacadas de la realidad observada.
Unas son un auténtico freno para salir de la situación en fidelidad. Otras
podrían deformarla equivocando caminos y produciendo más desorientación.
* PROVIDENCIALISMO: siempre ha habido dificultades, la Iglesia
ha pasado por crisis peores, etc. pero las puertas del infierno no
prevalecerán, sobre ella, Dios siempre la ha sacado adelante. Esta actitud
supone una idea falsa de Dios —un Dios intervencionista, actor inmediato en la
historia, excluyente de la acción libre del hombre y cuya acción se sitúa como
una causa más intramundana—, no dice que en las crisis muchos quedaron sin esperanza
ni el gozo de la salvación, por la desidia humana y que, si se superaron, fue
con el concurso de hombres con un corazón convertido, que sembraron sin ver el
fruto, secundando la llamada del Espíritu en una respuesta incondicional y
agradecida. Dios no moverá un dedo que nosotros tengamos que mover.
* INDIVIDUALISMO: yo a lo mío yo me defiendo, yo tengo mis
propios planes, yo... y sálvese quien pueda. Es una actitud egoísta, con un
desconocimiento supino de una visión completa de la fe, la salvación y la
Iglesia, que incluyen en su naturaleza la dimensión comunitaria. Aparte que da
por sentado que alguien tiene que quedarse sin salvación.
* ARQUEOLOGISMO: dejémonos de planes y proyectos, volvamos al
principio a las primeras comunidades, amándonos los unos a los otros, que con
esto basta. Supone un desconocimiento grande de la vida de aquellas
comunidades, da por sentado que los proyectos y novedades son malos, huye de la
dificultad y desconoce la inculturación necesaria si seguimos la ley de la
encarnación.
* EVASIONISMO: atribuye la causa de la situación a cosas
desproporcionadas, como los enemigos de la Iglesia, el secularismo, las
maniobras de tal o cual partido, la iglesia oficial o el vaticano. Atribuyendo
la responsabilidad a algo tan desproporcionado, se hunden en la desesperanza y,
en vez de reconocer la parte de responsabilidad que nos toca a cada uno para
ponerle remedio, se evaden del presente refugiándose en lo que siempre se hizo
a la espera de tiempos mejores.
* DESESPERANZA: ya no tengo edad, estoy gastado, he dado lo
que tenía que dar, ya he dado bastante, no son tiempos para ilusiones.... es
tan difícil y grave la situación que ni sé qué hacer ni lo intento por creerlo
inútil. Es un desconocimiento enorme de las maravillas que Dios hace en cada
persona y en cada edad, y de valoración
de la riqueza individual, pero, sobre todo, ignora que en una comunidad
verdadera cada uno tiene su sitio y, la riqueza individual que ponemos en común,
completa lo que nos falta individualmente.
* PANEVANGELISMO: todo es evangelización, y todo lo que
hacemos también, lo importante es trabajar, lo mismo vale esto que aquello con
tal que se realice, sea promoción humana como si es predicación, planes hay de
sobra lo necesario es el trabajo. Así se corre el riesgo de trabajar sin
sentido y, posiblemente, en lo que no es evangelización ni misión propia. Como
después veremos solo Jesucristo es Evangelio y si esto lo dejamos de hacer....
y un buen plan siempre será conveniente, al menos para evitar repeticiones y
para no agotarnos en ellas.
* OPTIMISMO DESMEDIDO: confianza exagerada en que la organización,
los planes pastorales, la técnica pastoral, resolverá por si sola los problemas
de esta situación. Cierto que todo esto es útil, pues puede racionalizar el trabajo pero,
confiarlo todo a ella, es exagerado pues, si nosotros no cambiamos y si no
ponemos a los demás en trance de conversión, no hay evangelización posible ni
salida airosa de la situación. Perderemos una vez más el tren de la historia.
* OTRAS ACTITUDES DEFICIENTES:
— Sustituir la acción evangelizadora por
otras que no lo son aunque sean cristianas.
— Transformar la evangelización en acción
humana de cuño ético y pretensión política.
— Inclinación a la praxis revolucionaria
como medio eficaz de conseguir la transformación.
— Diluir lo cristiano en referencia
implícita a Cristo.
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