lunes, 23 de mayo de 2011

A modo de introducción


Siento un poco de pudor al poner en manos amigas este escrito pues, aunque he retirado lo más personal, contiene mucho de mi experiencia de fe, de mis vivencias y mis reflexiones, siempre a su luz, que no fueron escritas para darlas a leer a nadie. Fueron escritas a impulsos de la necesidad de comunicarme con el Dios Padre que se que me ama y me comprende. No están escritas siguiendo un plan. Han sido impulsos nacidos de esa necesidad y en situaciones muy diversas. Sus ocasiones han sido lo mismo una clase de teología que una pregunta que me han hecho, una reunión que una intervención de alguien, una visita que un asunto que me movía a reflexionar, una muerte que un dicho o una preocupación... Situaciones muy varias. Solo tienen en común la necesidad de hablar con Quien se que me entiende sobre algo que me ha preocupado. Lógicamente, las certezas, las convicciones profundas, los sentimientos, las opciones de mi vida, se van reflejando en todas dándoles una cierta unidad que no ha sido buscada. Por eso, casi todas nacen de mi propia experiencia en este devenir que es siempre una historia personal en sus convicciones, su evolución y sus contradicciones.

Cada una de estas oraciones ha sido escrita de un tirón, de un solo golpe, sin otra pretensión que la oración misma al Padre. ¿Por qué escrita?. Porque me ayudaba a fijar la atención frente a la dispersión que me provoca siempre la imaginación. También porque, al tenerlas escritas, me ayudaba en tiempos de sequedad a retomar lo que han sido mis convicciones y las ideas que han movido mi vida.

Muchas de ellas hubieran necesitado ser completadas o tener un tratamiento más tematizado de las ideas o razones que expresan. Al recopilarlas he visto el fallo pero no he querido enmendarlo, dejándolas tal y como fueron escritas. Fueron escritas a impulsos, no pretendí un escrito riguroso sobre unas ideas. Corregirlas o ampliarlas hubiera hecho perder el carácter propio de la motivación, el momento y la situación que las provocó.

Al reunirlas he visto que unas se refieren fundamental y principalmente a mi fe y mis creencias que son las de nuestra Iglesia. No se ha pretendido, pero y salido así dándoles una cierta unidad como reflexión sobre nuestro credo. Otras, calificadas como cosas del Señor que me han preocupado, van más directamente a vivencias de la vida pastoral o acontecimientos que en su día me impulsaron a escribirlas.

¿Por qué confiarlas ahora a otros cuando no fueron escritas con ese fin?. Simplemente porque creo que les pueden hacer algún bien. El recorrido que yo he hecho en las ideas, la necesidad de aclararme en determinadas situaciones, es también el de otros amigos que hacen un recorrido parecido, que comparten la misma fe y preocupaciones, que se preguntan por las mismas ideas o hechos. Creo que pueden ayudarles a profundizar en su fe o aclararse ante los mismos hechos viviendo su vida cristiana con más hondura. Esto es lo que me ha movido a vencer el pudor y darlas a conocer. Si a alguno le sirve para conocer más y mejor al Dios Padre y a su enviado Jesucristo en su Iglesia, me daré por muy satisfecho de haber vencido el pudor que supone siempre comunicar lo íntimo.

No hay comentarios: