Mira una moneda
del César
Pide que se la enseñen para verla (Mc. 12, 16). Desconoce la efigie y la leyenda. Cuando le dicen que es del César, les
dice que le devuelvan al Cesar lo que es suyo. ¿Era suya la moneda y era dueño
del tributo? Si no es el dueño no se le debe devolver. Así de claro. Sin
embargo hay que devolverle a Dios lo es suyo. ¿Hay algo que no sea de Dios?
Entonces hay que devolverle todo, incluso la propiedad de lo que
inmerecidamente se le atribuye al Cesar.
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