domingo, 16 de enero de 2011

Prólogo


Lo anunciaban a bombo y platillo. Se trataba de un programa televisivo que recababa para sí mucha audiencia. Cien personas preguntaban a un determinado personaje de la política del país lo que a cada uno se le ocurría y él iba respondiendo a cada uno según su leal saber y entender.

Cuando lo vi, era el último que televisaban, se me ocurrió de pronto por qué no hacer lo mismo con N. S. Jesucristo. Porque Él está vivo y responde. Lo hizo cuando, compartiendo nuestra historia, vivió entre nosotros. Le preguntaron sus discípulos, las autoridades religiosas y civiles de su país, la gente que lo oía y le seguía, los que le odiaban y los que le querían. Y Él respondió. Unas veces con palabras, otras con gestos, otras con un silencio, otras con una pregunta. Muchas de esas preguntas nos las han transmitido los evangelios y están en ellos escritas junto con sus respuestas.


Alguno podría pensar que son historia pasada, que están en la lejanía del tiempo, sin más actualidad que la que le otorga el recuerdo. Pero esto no es así porque Él vive, es el Viviente, y sus palabras de entonces al haber resucitado, están transidas por su presencia. No son palabras de un muerto dichas para entonces. Su resurrección ha recuperado toda su historia terrena, sus gestos, sus acciones, sus signos, y... lógicamente, también sus palabras. Todo ello es historia del que vive y, consiguientemente, tienen la actualidad de su presencia permanente.

Por ello he recogido todas las preguntas que nos transmite el Evangelio según San Juan porque, junto con sus respuestas, son de una tremenda actualidad.

NOTA BENE:
La versión que hemos utilizado para el evangelista Juan ha sido la de Mateos y Barreto en el “Evangelio de Juan” de Ediciones Cristiandad. También hemos asumido algunas de sus ideas expuestas en su Comentario que, al no ser citas literales, no las hemos consignado.

Para el resto de la Biblia, la versión utilizada ha sido la de la Nueva Biblia Española de L.A. Schökel y J. Mateos de Ediciones Cristiandad.




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